Bienestar frente al mar: cómo reconectar cuerpo y mente en Es Princep
Cuando el viento del Mediterráneo sopla más suave y las calles de Palma se llenan de calma, llega el momento perfecto para hacer una pausa. En otoño e invierno, la ciudad baja el ritmo y el mar se convierte en un aliado del descanso. Desde Es Princep, esa serenidad se siente en cada rincón: el rumor de las olas, la luz dorada que entra por las ventanas, el silencio elegante del spa.
En una época que invita a cuidar de uno mismo, Spa Cocó se convierte en el refugio ideal para reconectar cuerpo y mente. Y es que ya lo dijo Albert Camus: “En lo más profundo del invierno, aprendí al fin que dentro de mí habitaba un verano invencible.”
El arte de parar
En el corazón del hotel, Spa Cocó es un oasis de bienestar donde el tiempo parece detenerse. Sus materiales nobles, la luz tenue y la calma que se respira en cada espacio crean una atmósfera envolvente que invita a la desconexión.
Entre sus instalaciones destacan la piscina interior climatizada, el baño turco, la sauna y el jacuzzi, pensados para quienes buscan una experiencia de relax completa sin salir del casco antiguo de Palma. Aquí, el lujo se mide en silencio, en respiraciones profundas y en la sensación de bienestar que se extiende mucho después de salir del agua.
Tratamientos con esencia mediterránea
El equipo de Spa Cocó ha diseñado una carta de tratamientos que combina productos naturales mallorquines, técnicas de aromaterapia y rituales pensados para restaurar el equilibrio interior. Desde masajes relajantes con aceites de almendra y romero hasta terapias faciales revitalizantes, cada experiencia está concebida para devolver al cuerpo su ritmo natural.
El Mediterráneo no solo se contempla: también se siente en la piel. Los tratamientos de inspiración marina, con algas y sales locales, nutren y oxigenan la piel, mientras que los masajes con piedras calientes o velas aromáticas ayudan a liberar tensiones acumuladas.
Bienestar con vistas
No hay mejor manera de completar la experiencia que subir al Rooftop Es Princep y dejarse abrazar por el paisaje. Allí, con la bahía de Palma extendiéndose hasta el horizonte, el descanso se convierte en una experiencia sensorial. Una taza de té caliente, el sonido de las olas y la luz suave del invierno bastan para recordar que el bienestar no siempre requiere movimiento: a veces, basta con detenerse.
Un refugio para los sentidos
Es Princep no es solo un hotel, es un estado de ánimo. Un lugar donde la hospitalidad se convierte en arte y cada detalle está pensado para cuidar. Ya sea disfrutando de un masaje en Spa Cocó, de un baño de vapor o simplemente contemplando el mar desde la habitación, la sensación que queda es siempre la misma: paz.
Porque frente al mar, y dentro de uno mismo, siempre hay un verano esperando despertar.