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Barrio judío

Visita el antiguo barrio judío de Palma

escrito por Es Príncep / abril 29, 2024

La ciudad de Palma fue tierra, durante mucho tiempo, de las tres civilizaciones más importantes de mundo antiguo: Grecia, Fenicia y Roma. Luego llegaron los musulmanes, más tarde, la conquista cristiana, y durante la época medieval la ciudad estaba organizada como cualquier otra, y como tal, tenía una judería.

Se trataba de espacios amurallados a los que sólo se podía acceder por determinadas puertas que custodiaban el interior. Hoy en día la ruta del barrio judío de Palma es una de las más conocidas y visitadas, por su riqueza cultural e histórica.

Los judíos en la Palma medieval

Durante la edad media las juderías estaban protegidas por el rey, ya que los judíos eran considerados de su propiedad y, además eran quienes ofrecían servicios que no había en otros barrios.

No pagaban impuestos porque prestaban dinero a la corona y, además, como sabían leer y escribir hebreo y mallorquín, sus barrios eran muy distintos a los de los cristianos: en ellos había carteles e indicaciones.

En pleno siglo XV se sucedían los enfrentamientos entre musulmanes, cristianos y judíos en toda Europa. Los cristianos invadieron las juderías y obligaron a los judíos a renunciar a su religión o a ser expulsados. En Palma, el Call Maior, como se conocía al barrio judío, fue quemado y prácticamente reducido a unos pocos recuerdos.

La evolución del barrio judío en Ciutat

En Palma hubo tres barrios judíos, o uno que fue trasladado tres veces desde su ubicación original. El primer emplazamiento estaba en la actual plaza de santa Eulalia.

Cada judería constaba de una calle principal o calle mayor, que hacía de arteria del barrio que comunicaba con todas las demás. Era una vía amplia por la que tenían que pasar los carros de caballos y, en el siglo XII, esa arteria era la actual calle Santa Eulalia.

Con el tiempo se estableció la judería más duradera, la que comienza en la Calle Sol, un nombre que, aunque parezca actual no lo es: así era como se llamaba entonces al dinero en mallorquín. Aquí estaba la puerta de entrada al Call, que estaba amurallado y funcionaba como una pequeña ciudad independiente con sus escuelas, tiendas, médicos… y todo lo que se necesitaba en el día a día de ese momento.

Muy cerca de la antigua entrada del Call se encuentra el hotel de lujo Es Príncep, un lugar perfecto en el que parar a tomar algo, disfrutando de las mejores vistas de la ciudad.

Dentro de la judería había diversos gremios profesionales, y aún podemos encontrarlos en el nombre de algunas calles. Existe la calle de los caldereros, la de la crianza, la peletería, la platería o la calle de los botoneros.

Esta última profesión era muy apreciada por el rey porque en ese momento los botones se confeccionaban con piedras venidas de otros puntos del mundo conocido. Eran objetos valiosos y exóticos que, además, eran el indicador del estatus económico de quien los portaba.

La iglesia de Montisión, la antigua sinagoga

La sinagoga estaba emplazada donde hoy está la iglesia de Montisión y se puede observar lo que queda de ella en parte de la base, siguiendo la extensión que hay desde la portada, por la fachada derecha y hasta la parte trasera.

Las piedras de la base de la antigua sinagoga son originales, y por este motivo entre algunos sectores es tradición escribir lo que se desea en un papel y colocarlo entre las piedras, esperando que se cumpla en algún momento.

San Francisco, San Nicolás, San Miguel… el recorrido es amplio y la mezcla de culturas, también. Así que, si en un momento dado necesitáis hacer otra parada… os recomendamos visitar esta entrada para informaros de los mejores lugares del centro de Palma.

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