El mercado del Olivar, un lugar en el que disfrutar de los mejores productos
Un mercado es un espacio que evoca a la niñez, a la abuela con la cesta de mimbre y forro de tela de cuadraditos verdes o rojos, a carro de ruedas, a corrillos y saludos, a aroma de fruta y pan recién hecho, y a las conversaciones de los parroquianos que hacen el primer café del día, la cervecita del almuerzo, o la tapa de la merienda.
En Es Príncep siempre recomendamos visitar los lugares más emblemáticos e interesantes de Palma, y hoy queremos detenernos en el mercado del Olivar.
El mercado del Olivar, en el centro histórico de Palma
El mercado del Olivar fue construido en 1951 en un hermoso edificio de arquitectura mediterránea. Está compuesto por dos naves perpendiculares convergentes que abren sus brazos en una plaza diáfana, que invita a pasar el rato.
El centro recibe su nombre, no por los típicos olivos mallorquines, sino por el convento de las monjas del Olivar, que estaba ubicado en este mismo lugar. Cuando se trasladaron a Inca, el espacio quedó libre para la construcción de un mercado que llevaría el nombre que había llevado la casa de las monjas desde hacía siglos.
Con el paso de los años, el edificio necesitó reformarse y remodelarse, así que se llevaron a cabo obras de modernización que acabaron en el 2003. En este momento los diferentes gremios de pescadería, carnes, frutas y verduras se reagruparon para ocupar espacios propios, bien estructurados e interconectados.
El mercado se había convertido en un lugar moderno, con accesos cómodos y sencillos, aprovechando al máximo la luz natural y automatizando escaleras mecánicas y puertas.
La oferta gastronómica del mercado del Olivar
Además de un lugar de reunión y de compras de los productos necesarios para la semana, el mercado del Olivar se ha convertido en un espacio en el que se puede encontrar casi de todo.
Frutas y verduras de la tierra o de más allá de los mares, pescado fresco de lonja o de piscifactoría, carnes de las mejores calidades y embutidos, quesos y fiambres de las islas y de otras partes del mundo.
Quien busque especias para cocinar o para hacer infusiones, encontrará una oferta variada y llena de encanto. También hay licorerías, bodegas, tiendas de utensilios para la casa o para las mascotas, limpieza, pastelería y panadería…
Y mucho más.
En el Olivar la oferta gastronómica es para todos los gustos. Puestos en los que degustar un plato de ostras con una copa de vino blanco, lugares en los que se prepara sushi al momento, para maridarlo con sake o con champagne, bares en los que tomar una tapa extremeña acompañada de un vino tinto o una cerveza e incluso un puesto típico de Corea en el que se sirve comida para llevar y que tiene mucho éxito.
Y para que no nos falte de nada tras nuestra visita, hay diversos servicios como floristerías, prensa, peluquería, biblioteca o ludoteca, entre muchos otros.
Los mercados son parte del corazón de las ciudades. Pasar una mañana en uno de ellos es uno de los mejores planes que hay. ¿Quieres conocer otras opciones?
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