Festival de la luz en la Catedral de Palma
Dos veces al año, sólo dos veces al año, la Catedral de Palma -y todo el que esté dispuesto a madrugar- es testigo de un fenómeno lumínico de lo más especial que sólo puede observarse el 11 de noviembre y el 2 de febrero, la festividad de la Candelaria y San Martín, respectivamente.
Esos dos días, alrededor de las 8 de la mañana, un haz de luz irrumpe en el templo con fuerza a través del rosetón mayor y sus más de 11 metros de diámetro. La luz, que atraviesa sus 1.116 piezas de colores creando una atmósfera casi de ensueño en el interior del templo, recorre la nave central hasta proyectarse en la pared, justo debajo del rosetón opuesto de la fachada principal. En ese momento, todo parece alinearse para formar un 8 de luz, color y magia.
Desde el momento en el que sale hasta alrededor de las 9 de la mañana, los visitantes pueden disfrutar de un doble rosetón hecho de luz y de vidrio, la naturaleza y el hombre colaborando en un fenómeno lumínico que cada vez atrae a más visitantes.
Y, aunque muchos palmesanos creen que este espectáculo se debe a la pericia de los arquitectos que diseñaron la catedral durante el siglo XIV, se trata de un fenómeno que nace de la pura casualidad ya que en la fachada no hubo un rosetón –el que queda en la parte superior del “ocho”– hasta mediados del siglo XIX, cinco siglos después de la construcción del rosetón mayor. Un terrible terremoto en el año 1851 destrozó la fachada de la catedral y no fue hasta las obras de consolidación cuando se abrieron el rosetón que conocemos hoy en día.
Ver La catedral de la luz durante el 2/2 o el 11/11 inundada de color es un espectáculo digno de ver al menos una vez en la vida. Además, si nunca habéis entrado en la Seu, es una oportunidad única de entrar de manera gratuita. Es el único momento, junto a las celebraciones litúrgicas, en el que se puede entrar gratis en la catedral de Palma.
Desde Es Príncep os recomendamos ir a visitar el próximo ocho que se celebrará el 11/11/22. Estamos seguros de que este noviembre de días claros y soleados nos regalará un espectáculo único.
Consejo: las puertas abren a las 7:30. Si queréis coger un buen sitio, os recomendamos llegar pronto. Os aseguramos que valdrá la pena. Si después, para reponer fuerzas, pasáis por alguno de los mercados de Palma a desayunar, ¡el plan será perfecto!