El mar que nos espera

El mar es una patria que no entiende de fronteras. Pertenece a todo aquel que ha sucumbido ante sus encantos. Es una manera de vivir y de sentir. Y, su sola presencia, tiene el poder de curar y calmar, divertir y recordar.

Echamos de menos el mar.

Echamos de menos la playa y su ritual, la arena, las rocas, las olas y el sonido que hace al chocarse con nuestros pies. Las risas de los niños y sus castillos a la orilla. Echamos de menos el frío que nos paraliza cuando el agua toca nuestra cintura, la sal que deja en la piel y el dorado del sol en el cielo.

Echamos de menos el mar. No sólo verlo, sino tocarlo. Sumergirnos en sus brazos como el que se hunde en un abrazo que hace tiempo que espera.

Tenemos la sensación de que este año nuestro primer encuentro será especial. De que valoraremos cada segundo como si fuera el primero y es que, quizás, sea el primero. El primer momento después del miedo, de la confusión, del encierro y de las dudas.

El primer baño, las primeras impresiones y la primera muestra de verdadera normalidad.

Desde Es Príncep soñamos con volver a nuestras playas favoritas. Vemos imágenes de la Mallorca más virgen, más pura, más azul, y contamos los días que faltan para reencontrarnos con ella.

Soñamos con volver a ver la Playa de Palma como si fuera una postal paradisíaca, pasar el día en Ses Covetes y tirarnos desde las rocas de Cala S’Almonia, dormitar en la arena de S’Amarador o comer una paella a pie de playa en Muro o Alcudia. Descubrir nuevas cuevas en el Delta, volver a sentir las piedras de Aucanada bajo tus pies o ver atardecer desde Cala Deià.

El calor nos dice que el verano está a las puertas y las playas parecen estar esperándonos más limpias, más cristalinas, más mediterráneas que nunca.

Desde Es Príncep ya os hemos dicho algunas de nuestras playas favoritas, ¿os animáis a decir con qué playa soñáis reencontraros?

Estamos seguros que queda poco, muy poco, para ese ansiado abrazo de sal.

Mallorca nos espera.